
Tras la reunión tripartita en Ushuaia, la UOM Río Grande advirtió que hay solo 30 días hábiles para evitar un golpe letal a la industria fueguina por la apertura de importaciones. Reclaman prórroga del decreto y advierten posibles medidas gremiales si no hay respuestas. “La gente prioriza comer y nuestros productos son bienes de uso. El consumo se desploma y la situación es cada vez más compleja”, señaló Linares.
En el marco de la reunión tripartita celebrada en Ushuaia entre funcionarios provinciales y nacionales, empresarios del sector y representantes gremiales, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Río Grande dio un plazo de 30 días hábiles para encontrar alternativas concretas que frenen el impacto del decreto que elimina los aranceles a productos electrónicos, cuya segunda etapa comenzará a regir a partir del 15 de enero.
El secretario adjunto de la UOM local, Marcos Linares, explicó que, si bien no todas las empresas asistieron, sí participaron autoridades de distintos niveles del Estado. En ese marco, el gremio planteó de forma firme la necesidad de una prórroga de al menos seis meses para la aplicación del decreto, con el objetivo de evitar que el ingreso irrestricto de productos importados —especialmente celulares de gama baja y media— afecte la producción nacional y destruya miles de empleos.
Desde la UOM señalaron que la respuesta del Gobierno Nacional ante el pedido de anular la segunda etapa del decreto fue negativa. Por ello, Linares indicó que se estableció un plazo de 30 días hábiles para encontrar soluciones viables, y advirtió que, de no haber avances, se evaluarán acciones gremiales. “No vamos a quedarnos sentados esperando el 31 de diciembre”, sostuvo, y recordó que el Congreso de Delegados ya resolvió avanzar en medidas para defender la industria nacional y los puestos de trabajo.
Linares también apuntó contra la actitud de algunos empresarios que, ante un escenario de menor rentabilidad, podrían dejar de fabricar para convertirse en simples importadores. A su vez, remarcó que la política de desregulación no sólo amenaza a Tierra del Fuego: “Desde diciembre, el Gobierno nunca mencionó la palabra ‘industria’. Se han abierto importaciones en calzado, maquinaria, automotores… y esto nos pone a todos en riesgo”, denunció.
Finalmente, el dirigente subrayó que el contexto económico agrava el panorama: “La gente prioriza comer y nuestros productos son bienes de uso. El consumo se desploma y la situación es cada vez más compleja”. Pese a ello, reafirmó que el gremio sigue en pie: “Estamos dispuestos a hacer todo lo necesario para sostener la industria fueguina. Unidos y organizados, vamos a defendernos”.