Un sismo de 7,5 grados sacudió la zona sur de Chile este viernes, a 200 kilómetros de Puerto Williams y a una profundidad de 10 kilómetros bajo el mar. En la región magallánica de Chile y en Puerto Almanza –Tierra del Fuego argentina– se hizo una evacuación preventiva hasta las 18 horas. Una hora después, la Secretaría de Protección Civil de Tierra del Fuego (Argentina) declaró el estado de normalidad. La provincia suspendió la actividad acuática y la navegación en el Canal Beagle hasta las 19 horas. En ninguno de los países hubo heridos ni daños estructurales graves.

Por miedo a un tsunami, el gobierno chileno solicitó durante la mañana la evacuación del borde costero de la Región de Magallanes. Aunque horas más tarde siguió la alerta preventiva, se descartó la posibilidad y cerca de la noche cambió el estado a «precaución». La directora del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Alicia Cebrián, señaló que si bien hubo leves variaciones en el nivel del mar, entre 6 y 23 centímetros, estas fueron registradas solo por sensores en bases como Prat, O’Higgins y la base ucraniana Vernadski, sin consecuencias perceptibles para la población.

Desde el Centro Sismológico Nacional chileno, el director Sergio Barrientos explicó que el evento fue generado por el movimiento de la placa Antártica al deslizarse bajo la placa de Scotia, provocando un levantamiento del fondo oceánico. De acuerdo con los registros, se trató de uno de los sismos más potentes en esta región del mundo desde 1949 cuando hubo uno de 7,9 grados.

También en el fin del mundo

Si bien el sismo ocurrió a 220 km de Ushuaia, el movimiento de la tierra se sintió. Algunos habitantes de esta localidad y de Río Grande lo reportaron como leve o casi imperceptible. Aunque no se registran daños estructurales, personas afectadas, ni servicios interrumpidos, se estableció una evacuación preventiva en Puerto Almanza, una localidad costera a 75 kilómetros de Ushuaia.

«Yo estaba sentado en el sillón, mirando televisión, y creí que era el gato empujando el sillón. Pero después se empezaron a mover las plantas, se empezó a mover todo. Y fue un ratito bastante importante», contó Guillermo, un vecino de Ushuaia.

Eleonora de Maio, vecina de la misma ciudad, estaba desayunando cuando sintió la vibración: «las lámparas se movían suavemente». Después del momento de shock, miró el agua: «Está calmo, el agua está planchada. Pasé un rato por el Canal Beagle y estaba planchado, planchadísimo. Acá no están evacuando; sí evacuaron en Puerto Almanza que es una zona costera. Igual es muy raro que acá llegue un tsunami porque estamos en un canal, estamos entre montañas, es más probable en Río Grande».

Las islas Hoste y Navarino actúan como barrera natural, haciendo que la probabilidad de tsunami haya sido baja, según confirmaron desde la capital provincial. Durante la tarde del viernes, varios sismos de alrededor de entre 4 y 5 grados en la escala de Richter se reportaron en el pasaje Drake, a más de 200 kilómetros al sur de Ushuaia.

«Acá en Río Grande no se sintió mucho, apenas un ruidito que hicieron algunas cosas en casa», contó una vecina riograndense. «Los vecinos dijeron que se sintió bastante fuertecito. A los que estaban trabajando en las fábricas los sacaron al estacionamiento. Mi hija tenía un torneo de futsal y los sacaron de la cancha hasta que esté más claro el panorama”, detalló la mujer.

Se estaba jugando un «campeonato patagónico de futsal» en la zona del parque industrial, según dijo otro vecino de la localidad y agregó que fue evacuado por el miedo que generó en las autoridades el repentino temblor. «Se pusieron en marcha el servicio de emergencia y demás, y una fábrica textil también se debió ser evacuar». El hombre sintió «algo raro, como en el auto, pero sinceramente no lo percibí tanto hasta que comenzó el celular a prenderse fuego con los mensajes ‘¿Sentiste el temblor?'».