
El acuerdo que desde mayo mantuvo la estabilidad laboral en las fábricas electrónicas de Tierra del Fuego está por vencer el 31 de diciembre, y pone en riesgo alrededor de 1.000 contratos de trabajo, principalmente de empleados con vínculos temporales que fueron prolongados bajo ese régimen.
El entendimiento entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las empresas agrupadas en la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE) fue firmado el 23 de mayo pasado con el objetivo de evitar despidos masivos en medio de un contexto adverso: baja en el consumo, fuerte competencia de productos importados y una caída generalizada de precios que presionó a las plantas productivas locales. 
Ese acuerdo transitorio, que suspendió posibles desvinculaciones durante la segunda mitad de 2025, surgió tras una semana de conflictos y paro de actividades en las fábricas, como respuesta a la decisión del Gobierno nacional de reducir gradualmente los aranceles a los celulares importados. 
Aunque desde el gremio se intenta evitar la salida de trabajadores, desde la conducción de la UOM en Río Grande destacaron la falta de certidumbre sobre la producción para 2026 como un elemento que complica garantizar la continuidad de esos contratos, cuya vigencia termina con el fin del acuerdo. 
En total, el sector cuenta con unos 4.000 trabajadores efectivos, pero son los temporales —entre 800 y 1.000 personas— los que estarían directamente afectados por el vencimiento del pacto sin una renovación o nueva herramienta que los proteja. 
El Gobierno de Tierra del Fuego, a través de la ministra de Trabajo y Empleo, Sonia Castiglione, convocó a una nueva instancia de diálogo con las partes para evaluar alternativas y avanzar en la continuidad productiva y laboral de la industria, en medio de un escenario de baja demanda y apertura comercial. 
