
La provincia registró buenos resultados en la temporada turística de invierno, en un contexto nacional marcado por la caída general de visitantes y una menor presencia de turistas internacionales. Según el informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Tierra del Fuego alcanzó una ocupación hotelera y para-hotelera promedio del 60%, con una estadía media de 3 noches y un gasto diario por turista que rondó los $350.000, ubicándose entre los valores más altos del país.
A nivel nacional, viajaron 4,3 millones de personas durante las vacaciones de invierno, lo que representa una caída del 10,9% respecto del año pasado. Entre los factores que incidieron en este descenso se encuentran la pérdida de poder adquisitivo de las familias, un tipo de cambio menos competitivo para el turismo interno y condiciones climáticas más frías y lluviosas que las habituales. No obstante, el impacto económico total de la temporada fue de $1,5 billones en todo el país.
En este escenario, Tierra del Fuego se destacó por ofrecer una atractiva combinación de naturaleza, cultura y deportes de invierno, lo que permitió sostener un nivel de actividad significativo. La Fiesta Nacional del Invierno, que comenzó el 4 de julio, fue uno de los eventos más convocantes. Con música en vivo, esculturas de hielo, degustaciones gastronómicas, deportes sobre hielo y exhibiciones, logró atraer tanto a visitantes como a residentes.
Uno de los momentos más emblemáticos fue la tradicional Bajada de Antorchas, que tuvo lugar el 9 de julio en el Cerro Castor. El evento reunió a más de 3.500 personas y contó con la participación de más de 120 instructores descendiendo con antorchas encendidas, en un espectáculo visual que ya es un clásico del invierno fueguino.
Además, el Programa Invierno TDF ofreció actividades recreativas, culturales y deportivas para adolescentes y jóvenes en las tres ciudades de la provincia —Ushuaia, Tolhuin y Río Grande—, con acceso libre y una notable participación. Estas iniciativas no solo enriquecieron la propuesta turística local, sino que también promovieron el turismo social y el movimiento interno en la provincia.
Si bien la estadía media fue menor que en temporadas anteriores y el número total de turistas fue más bajo en comparación con años previos, Tierra del Fuego logró destacarse por el alto nivel de gasto promedio y la variedad de actividades ofrecidas. En un invierno desafiante para el turismo en todo el país, la provincia mostró capacidad de adaptación y creatividad para seguir atrayendo visitantes y generando impacto económico.