
Tras la autorización por parte del Reino Unido para una nueva explotación petrolera las Islas Malvinas, el Gobierno Nacional emitió un comunicado expresando su rechazo a la “Decisión final de inversión”, anunciada por Rockhopper Exploration Plc y Navitas Petroleum, para explotar recursos en el yacimiento Sea Lion, ubicado en la Cuenca Malvinas Norte. El anuncio se conoció el pasado miércoles a través de un reporte en la Bolsa de Tel Aviv con una inversión de 1.170 millones de dólares para ejecutar la primera parte del desarrollo.
El punto en disputa se encuentra ubicado a 220 kilómetros al norte del archipiélago argentino y fue descubierto en 2010. Se posiciona frente a las costas de la provincia de Santa Cruz, en línea con las ciudades de Puerto Deseado, Puerto San Julián y Puerto Santa Cruz.
Se estima que se podrían extraer cerca de 819 millones de barriles de petróleo del lugar. Las empresas inversoras apuntan a comenzar con 170 millones de barriles, con una producción máxima proyectada cercana a los 50.000 barriles por día y un primer petróleo previsto para 2028, mediante un FPSO que Navitas comenzará a instalar en 2027.
Frente a esto, a través de un comunicado oficial por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, se apuntó que: “Estas medidas constituyen acciones unilaterales e ilegítimas del Reino Unido, incompatibles con lo dispuesto por la Resolución 31/49 de la Asamblea General, que insta a las partes a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales en la situación mientras las Islas se encuentran sujetas al proceso de negociación recomendado por las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas.”
