Confirmaron las condenas a una banda que enviaba mulas con cocaína a Tierra del Fuego

La Cámara de Casación Penal ratificó las penas de 11 años y de 8 años para tres integrantes del grupo.

La Sala IV de la Camara Federal de Casación Penal resolvió confirmar las condenas a tres integrantes de una banda criminal condenada por el delito de trata de personas con fines de explotación para el transporte de drogas. La modalidad: envío de mulas a Tierra del Fuego, uno de los movimientos más crueles del narcotráfico local, donde mujeres son explotadas por pocos pesos, arriesgando su vida, su salud y su libertad, tragando preservativos con cientos de gramos de cocaína. La droga, cortada y revendida en Tierra del Fuego, puede cuadruplicar su valor porteño.

La Cámara integrada por los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Javier Carbajo rechazó los planteos de la defensa y confirmó las condenas de 11 años para Eder Joao Espinoza Linares y de 8 años para Nathaniel Junior Pérez Almontes y para Francisco Manuel Martínez de Lance. El delito por el cual fueron condenados fue el de transporte de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas en concurso ideal con el delito de trata de personas agravado por el abuso de la situación de sus víctimas, la intervención de tres o más personas y la consumación de la explotación.

El inicio del caso se remonta a septiembre de 2018, cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria detuvo en el aeroparque Jorge Newbery a una mujer que intentaba viajar a Ushuaia con 846 gramos de cocaína. La joven intentaba trasladar la droga escondida en diferentes partes del cuerpo: una parte estaba envuelta en un apósito femenino y el resto, un envoltorio cilíndrico confeccionado con un preservativo que tenía introducido en su vagina y dos envoltorios circulares escondidos en las copas de su corpiño.

La investigación de ese caso recayó en la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Nº 4, a cargo del doctor Carlos Stornelli.

Durante la investigación de ese momento se pudo constatar que esta banda operó al menos entre septiembre de 2018 y enero de 2019 y cada uno de sus integrantes cumplía un rol diferente en el mecanismo delictivo.

Espinoza Linares era el supuesto proveedor de la droga y operaba desde la Ciudad de Buenos Aires junto a un presunto colaborador llamado Francisco Ramos Minaya. En tanto, la hermana de Espinoza Linares, llamada Rosario, quien está prófuga y es sindicada como la líder de la organización, se encargaba de captar a las mujeres. Elegía a chicas en situación de extrema pobreza y que ejercían la prostitución para ofrecerles una ganancia de una suma importante de dinero a cambio del traslado de cocaína a Tierra del Fuego.

La líder de la banda citaba a las mujeres en su domicilio de la Capital Federal. Una vez llegadas a ese lugar, se encontraban con Eder Espinoza Linares, quien las acondicionaba, les entregaba la droga y las asistía con la metodología de ocultamiento de los estupefacientes antes de viajar.

Una vez que las mujeres llegaban a Tierra del Fuego, se contactaban con Pérez Almontes y Martínez de Lance, quienes se encargaban de la venta de la droga en las ciudades de Ushuaia y Río Grande.

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