“Tanto el gobierno de las Islas como la aerolínea LATAM permanecen comprometidos al restablecimiento de dicho vínculo. De todos modos, por el momento no están en posición de alcanzar dicho compromiso, afirma un comunicado oficial”, al que tuvo acceso e hizo público el pasado Mercopress.
El proyecto de un segundo vínculo aéreo desde el continente sudamericano y Malvinas tenía más de quince años, pero fue recién a partir del 2016, que; como consecuencia del nefasto Acuerdo Foradori Duncan alcanzado por el gobierno de Mauricio Macri y el Reino Unido de Gran Bretaña, se materializó. La compañía elegida por los británicos fue Latam Airlines; la empresa que nació en 2010, de la fusión de la chilena Lan Chile y de la brasilera TAM.
La apertura de esta nueva ruta de cinco horas entre San Pablo y Malvinas; se realizó por primera vez el 20 de noviembre de 2019 con un Boeing 767/300 con capacidad de unos 220 pasajeros. Obtuvo una autorización –aún con total vigencia- mediante el decreto presidencial 602/19, que lleva la firma de Macri, Marcos Peña, Jorge Marcelo Faurie y Guillermo Javier Dietrich. Y una programación autorizada por la Administración Nacional de Aviación Civil de la Argentina ANAC, de un vuelo semanal para los días miércoles.
Como moneda de cambio el macrismo negoció con los británicos, la dádiva de una escala mensual –tanto de ida y vuelta- en la ciudad de Córdoba; para que principalmente, familiares de los soldados caídos durante la guerra y los propios veteranos, pudieran contar con una nueva alternativa de vuelo para ir a las islas a rendir homenaje a los héroes muertos.
Lo canceló el COVID no el gobierno de Alberto Fernández
Luego de 4 meses de estar operativo, el vuelo que vinculaba la isla con San Pablo, el principal centro de conexiones aéreas de Suramérica; fue suspendido por los propios Kelpers ante la expansión de la pandemia mundial de COVID aún vigente. Lo mismo hizo con la conexión aérea que operada desde Santiago de Chile, y que recién se reanudó el 2 de julio próximo pasado.
En las últimas horas el gobierno de ocupación colonial salió a aclarar que la medida «no se trata de la inhabilidad de no poder reanudar» sino (que falta) el tiempo necesario previo, para restablecer la ruta que siempre ha sido de por lo menos tres meses”.
“Cada vez que el período de suspensión se extendió fue porque algo que había sido anticipado en el punto previo de la extensión, no había tenido lugar”, dijo la directora del Departamento de Desarrollo y Servicios Comerciales de la colonia, Becky Clark; quien atribuyó esta situación a que “los números del COVID 19 en Brasil siguen siendo altos y todavía permanecen muchas de las restricciones en pie”.
De todos modos, los británicos no harán nada para tensionar la cuerda con el gobierno de Alberto Fernández, quien a pesar de la raquítica oposición para frenar el avance económico, territorial y estratégico ingles en el Atlántico Sur, los amenaza mediáticamente con derogar el Decreto 602/2019, que los habilita.
“Lo que hemos hecho concretamente es dejar sin efecto el acuerdo de vuelos. Esto ya está concretado, porque permitía un vuelo desde Malvinas a San Pablo. Esa situación se ha consolidado”, declaró el Secretario de Malvinas de la Cancillería pro-británica porteña, Guillermo Carmona.
Fuente: Agenda Malvinas