La entrega de los decretos de preadjudicación había sido celebrado como un gran logro por los clubes que desde su nacimiento deambulan por la ciudad ante la falta de un espacio físico para desarrollar sus actividades deportivas.
La expectativa de los clubes se diluyó al poco tiempo al conocer que las tierras fiscales que se le asignaron a las instituciones deportivas -unas 8 hectáreas- se encuentran en litigio judicial con la comunidad indígena Yagan Paiakoala.
El lugar se encuentra ocupado por la familia Yagan desde hace 32 años. Allí Kuluana Catalina Figueira Yagan vio crecer a sus hijos, nietos, bisnietos y también tataranietos.
Ahora una clara maniobra electoral del Ejecutivo Municipal -la disputa de tierras- enfrenta a Los Cuervos del Fin del Mundo, Club de Amigos del Básquet y el Club Atlético El Porvenir con la comunidad indígena de la ciudad.
Este martes, Andrés Almada, presidente del Club Los Cuervos del Fin del Mundo afirmó que se enteró de la situación de litigio cuando integrantes del club pretendieron hacer uso del espacio y se toparon con miembros de la comunidad Yagán ocupando las tierras.
“Lo único que hace Vuoto es que nos enfrentemos con los clubes”, dijo María Vargas, integrante de la comunidad Yagan. La legisladora (MC) recordó que la gestión Vuoto ya le quiso otorgar en años anteriores este mismo predio al Colegio del Sur, Club Las Orcas y Club Los Ángeles.
“Walter está acostumbrado a que cuando hay campaña regala tierras para que los clubes lo voten. No se ponen a pensar que antes tienen que desocupar las tierras”, indicó.
En un comunicado, la comunidad indígena Yagan Paiakoala explicaron que se rigen por la “ley 26160 que dice que no se puede desalojar a los pueblos originarios de las tierras que ocupan. Es una ley nacional que se está en plena vigencia, por lo que hicimos la denuncia federal también”.
“Es inmoral que se hayan entregado tierras que están ocupadas por una comunidad preexistente al Estado Argentino”, resalta el comunicado.
“Es vergonzoso, pero son las actitudes que tomó el departamento ejecutivo municipal y nosotros nos estamos manteniendo con fuerza en nuestro lugar.
Estamos hartos de decir acá estamos, nos desconocen, no nos ven, no nos escuchan. Nosotros somos la historia de Ushuaia y tenemos derecho a un territorio para vivir en paz, después de que nuestro pueblo fuera diezmado por las enfermedades y la imposición de una cultura que no era la nuestra.
Los que quedamos, vamos a resistir, cueste lo que cueste y llevaremos nuestras denuncias hasta donde sea necesario hasta que sean escuchadas porque los yaganes no estamos muertos y merecemos ser respetados”, expresan.