La cadena de retail Garbarino continúa con problemas financieros y mientras busca un comprador cerró locales en todo el país. Su situación hoy es de una deuda de más de $4.600 millones y están pendientes unos 3.800 empleados.
Marcos González, trabajador de Digital Fueguina, la fábrica radicada en Río que hace un año se sumó al grupo Garbarino, detalló que “lamentablemente estamos sujetos al grupo Garbarino, esto se veía venir, desde hace un año que Rosales adquirió Digital Fueguina estamos sumergidos en una crisis que mes a mes se fue profundizando más con la falta de pago de las asignaciones familiares, los aportes, la prepaga, sumado a que veníamos cobrando en cuotas después de estar más de ocho meses sin trabajar”.
González agregó que “creímos que en septiembre del 2020 cuando volvimos a trabajar que todo iba a repuntar, lamentablemente fue pegar un envión y pegarnos contra una pared”.
El trabajador metalúrgico puntualizó que el último contacto con la empresa fue el 5 de mayo “último día que trabajamos, entendemos que el sindicato tuvo reuniones junto con el gobierno que está interviniendo pero la respuesta de la empresa es que no tienen plata, que los trabajadores hagan lo que quieran”.
Para finalizar, González manifestó que “el gobierno es quien tiene las herramientas para que la empresa se siente y de una explicación de por qué dejan a 240 familias sin pagarles los sueldos”.